7 de febrero de 2014


Los robots (hace años llamados autómatas) existen desde la antigüedad. Si nos remontamos a los años 60 d.C nos encontramos con los pájaros mecánicos de Herón de Alejandría, que fueron diseñados como juguetes sin interés en encontrarles otra aplicación. 

Sin embargo, los primeros ejemplos de autómatas, se registran en la antigua Etiopía, cerca del año 1500 a. C, donde el arquitecto Amenhotep, hijo de Hapu, construye la estatua de Memon, el rey de Etiopía, que emite sonidos cuando la iluminan los rayos del sol.



Aunque la mayor parte de las personas tienen un idea intuitiva a cerca de lo que es un robot, no existe un consenso claro sobre qué tipo de máquinas pueden considerarse robots.

Según el dicionario de la Real Acadenia de la Lengua Española, un robot es una máquina o ingenio electrónico programable, capaz de manipular objetos y realizar operaciones antes reservadas solo a las personas.

Un robot consta de una parte física palpable que constituye su hardware, lo que sería su cuerpo y de unos programas (software), que controlan su funcionamiento. Es decir, un robot tendría las siguientes características:

- Va a ser una máquina automática programable. Por tanto será capaz de funcionar de manera autónoma y podrá cambiarse su forma de actuar modificando su programación, sin necesidad de cambiar sus componentes mecánicos.

- Debe poder interaccionar con el medio, de manera que su comportamiento se modifique según las condiciones exteriores a él mismo.

El uso de robots está cada vez más presente en multitud de sectores y en poco tiempo posiblemente estarán presentes en el futuro laboral y cotidiano de todos nosotros. Por ello, es necesario formar a las nuevas generaciones en este ámbito y acercarles a una tecnología que dentro de unos años estará a la orden del día. Gracias a los avances tecnológicos en el desarrollo y programación de robots hoy día es ya una realidad ver trabajar a niños y niñas en la construcción y programación de robots, sin embargo, apenas existen ámbitos educativos que enseñen robótica a los más jóvenes. Son muy pocos los centros educativos en los que se trabaja este tema, bien porque puede resultar caro disponer de los materiales necesarios o porque el profesorado carece de formación en la materia.



La robótica educativa permite a los niños y niñas afianzar muchos de los conceptos teóricos que aprenden en la escuela y además, les lleva a experimentar y a estimular diversas inteligencias (lógico matemática, visual espacial, kinestésica, emocional, intrapersonal e interpersonal). 

Y eso no es todo, la robótica ayuda a desarrollar la tolerancia a la frustración, en la toma de decisiones, en el análisis y solución de problemas así como a saber lo que es trabajar en equipo. Además, estimula la creatividad, las habilidades de liderazgo, la autoestima y  la seguridad en sí mismos. Y lo más importante, la robótica desde una perspectiva lúdica les enseña nociones de diversas materias (física, matemáticas, mecánica, electrónica, programación…) que les servirán para su futuro académico y profesional.

No nos quedemos atrás y enseñemos robótica desde edades tempranas. Jugando, experimentando y construyendo robots acercaremos a los más pequeños las nuevas tecnologías de una forma divertida.  




Talleres de robótica educativa para niños/as y adultos en Madrid en ARGANBOT



Posted on viernes, febrero 07, 2014 by Tania Rincón

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16 de enero de 2014

Acaba de empezar 2014 y casi en todas partes ya se habla de las impresoras 3D y de todas sus posibilidades, sin embargo muchas personas aún no han tenido oportunidad de ver una de estas impresoras en acción.


Realmente la primera vez que ves una impresora 3D trabajar alucinas con su resultado. Hace años era inimaginable ver que de forma tan fácil pudiéramos tener entre nuestras manos un objeto que estamos visualizando en el ordenador pero gracias a estas impresoras domésticas todos podemos imprimir lo que necesitemos como por arte de magia.

La pregunta es, ¿realmente cómo funcionan estas impresoras tridimensionales? Su proceso es complejo pero básicamente consiste en ir creando una pieza capa por capa de abajo a arriba a través de la salida de un filamento de plástico liquido fundido (u otro material)  que se solidifica casi instantáneamente formando poco a poco nuestro objeto.

En la actualidad hay muchos materiales de impresión 3D disponibles en el mercado ya que además de los diferentes tipos de plástico hay impresoras capaces de imprimir con metal, vidrio, resina, acero inoxidable, madera…

Sin duda, la impresión 3D es una tecnología que va a cambiar nuestra forma de vivir y que nos va aportar soluciones y la posibilidad de crear lo que nos propongamos. 

En el siguiente video se explica y se puede ver de forma clara el funcionamiento de una impresora 3D:



YOUTUBE- TECNONAUTA

Posted on jueves, enero 16, 2014 by Tania Rincón

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5 de enero de 2014

Quizás en pocos años la introducción de la programación como asignatura de estudio dentro de nuestro curriculum educativo sea una realidad. Obviamente su nomenclatura como materia de estudio no debe ser programación "así sin más", si no que debería buscarse un nombre para ella que englobe todo aquello que puede aportar al desarrollo integral de los alumnos/as. ¿Alguna propuesta?

Centrando un poco el tema sobre el que quiero hablar en este post, estoy segura que muchos docentes que quizás hayáis leído algo sobre el tema de introducir la programación o la impresión 3D en las aulas os estaréis haciendo muchas preguntas sobre ello y quizás no termináis de verlo claro. Es normal ya que este avance supondría un gran cambio para los profesores y para las escuelas, sin embargo, pienso que no hay que tener miedo a los cambios ya que no creo que sea muy diferente a cuando empezaron a desembarcar los primeros ordenadores con conexión a Internet en las aulas. De hecho, hace años era impensable imaginar una clase con su propio blog o utilizando tablets para realizar ejercicios.

Los maestros y maestras de hoy ya están haciendo un esfuerzo continuo por actualizarse en esto de las "TIC" y aun más por buscar nuevos enfoques metodológicos que permitan introducir estas tecnologías con éxito en sus clases.

La programación no es solo para ingenieros, la programación la podemos aprender todos e igual que ahora sabemos gestionar una página web o usar una aplicación para determinada tarea, podemos aprender lenguajes de programación o usar una impresora 3D para empezar a fabricar nuestros proyectos. Que no haya suficientes docentes con conocimientos de este tipo no debe ser un obstáculo para comenzar esta andadura, de hecho, una de las principales funciones de los coordinadores TIC en los centros educativos ha sido orientar y formar a otros docentes en nuevas tecnologías aplicadas a la educación, por lo que igualmente aquellos que ya saben o tienen nociones sobre el tema podrían ayudar a los que se enfrentan por primera vez con ello.  Ahora bien, lo que si es cierto es que los alumnos y alumnas de hoy día nos pisan los talones y por más que queramos, en muchas cosas saben más que nosotros. Esto es así y hay que tenerlo en cuenta. Entonces me pregunto,  ¿Y por qué no aprenden juntos docentes y alumnos? ¿Y si los alumnos y alumnas de cursos más avanzados ayudan a los de cursos inferiores? ¿No creéis que sería positivo dedicar una parte de la jornada a una educación horizontal donde todos aprendiesen de todos? Seria estupendo olvidarnos por un momento del modelo educativo vertical y dar libertad tanto al alumnado como a los docentes para que aprendan juntos de igual a igual.  De hecho, esto ya es una realidad de muchas escuelas, donde la cooperación y el apoyo mutuo entre educadores y educandos es la fuente de su progreso.




Posted on domingo, enero 05, 2014 by Tania Rincón

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