Quizás en pocos años la introducción de la programación como asignatura de estudio dentro de nuestro curriculum educativo sea una realidad. Obviamente su nomenclatura como materia de estudio no debe ser programación "así sin más", si no que debería buscarse un nombre para ella que englobe todo aquello que puede aportar al desarrollo integral de los alumnos/as. ¿Alguna propuesta?

Centrando un poco el tema sobre el que quiero hablar en este post, estoy segura que muchos docentes que quizás hayáis leído algo sobre el tema de introducir la programación o la impresión 3D en las aulas os estaréis haciendo muchas preguntas sobre ello y quizás no termináis de verlo claro. Es normal ya que este avance supondría un gran cambio para los profesores y para las escuelas, sin embargo, pienso que no hay que tener miedo a los cambios ya que no creo que sea muy diferente a cuando empezaron a desembarcar los primeros ordenadores con conexión a Internet en las aulas. De hecho, hace años era impensable imaginar una clase con su propio blog o utilizando tablets para realizar ejercicios.

Los maestros y maestras de hoy ya están haciendo un esfuerzo continuo por actualizarse en esto de las "TIC" y aun más por buscar nuevos enfoques metodológicos que permitan introducir estas tecnologías con éxito en sus clases.

La programación no es solo para ingenieros, la programación la podemos aprender todos e igual que ahora sabemos gestionar una página web o usar una aplicación para determinada tarea, podemos aprender lenguajes de programación o usar una impresora 3D para empezar a fabricar nuestros proyectos. Que no haya suficientes docentes con conocimientos de este tipo no debe ser un obstáculo para comenzar esta andadura, de hecho, una de las principales funciones de los coordinadores TIC en los centros educativos ha sido orientar y formar a otros docentes en nuevas tecnologías aplicadas a la educación, por lo que igualmente aquellos que ya saben o tienen nociones sobre el tema podrían ayudar a los que se enfrentan por primera vez con ello.  Ahora bien, lo que si es cierto es que los alumnos y alumnas de hoy día nos pisan los talones y por más que queramos, en muchas cosas saben más que nosotros. Esto es así y hay que tenerlo en cuenta. Entonces me pregunto,  ¿Y por qué no aprenden juntos docentes y alumnos? ¿Y si los alumnos y alumnas de cursos más avanzados ayudan a los de cursos inferiores? ¿No creéis que sería positivo dedicar una parte de la jornada a una educación horizontal donde todos aprendiesen de todos? Seria estupendo olvidarnos por un momento del modelo educativo vertical y dar libertad tanto al alumnado como a los docentes para que aprendan juntos de igual a igual.  De hecho, esto ya es una realidad de muchas escuelas, donde la cooperación y el apoyo mutuo entre educadores y educandos es la fuente de su progreso.